Castillo de Javier, Navarra

Esta fortaleza es una de las más impresionantes del norte de España

Este castillo en Navarra en el que nació y vivió san Francisco Javier, patrono universal de las misiones y de la juventud. También es considerado como el gran evangelizador del siglo XVI. 

En primer lugar, cabe destacar que el Castillo de Javier está situado en una loma de la localidad española de Javier, en Navarra. En cuanto al nombre de Javier proviene del euskera etxeberri, variante dialectal de etxe (casa) y berri (nuevo), por lo que su significado sería 'casa nueva'. Posteriormente, habría que tener en cuenta que la evolución fonética de este término se vería influida por el navarroaragonés, transformándose en javier.

La historia de este lugar es llamativa debido a que en este castillo nació y vivió san Francisco Javier, hijo de los señores de Javier. Este fue un religioso y misionero de la Compañía de Jesús. Concretamente, destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en Japón. Además, recibió el sobrenombre de Apóstol de las Indias.

La construcción de este castillo se remonta al siglo X. En cuanto a su estructura posee tres partes principales distinguidas entre sí. Y de entre estas partes, cabe destacar la Torre del Santo Cristo, el bastión y la capilla donde se encuentra un interesante crucifijo tardogótico y una serie de pinturas murales representando la danza de la muerte, única en España. También destaca la torre del homenaje, llamada de San Miguel, que es la parte más antigua del castillo, y finalmente, el museo dedicado a la vida del santo, la parte a la que pueden acceder los visitantes. 

Cabe destacar que el castillo cuenta con una basílica. Así lo establecen desde la propia página web del castillo (castillodejavier.es): "En el lugar que los padres de S.  Francisco Javier construyeron el llamado Palacio Nuevo, para las habitaciones de la familia, con el tiempo se construyó una pequeña Iglesia como memoria de que allí había nacido el santo". 

Concretamente, fue la Duquesa de Villahermosa, descendiente de la familia de Javier, quién encargó al arquitecto Ángel Goicoechea la construcción de una nueva Basílica entre 1896 y 1901.