Fundado por Alfonso I el Batallador en 1125 sobre un castillo árabe anterior, fue muy modificado en 1215 después de su conquista por Sancho el Fuerte de Navarra. Su planta es un rectángulo casi perfecto, de 33 X 25m, del que sobresalen majestuosas siete torres, dos de las cuales forman el acceso en recodo al interior del recinto. En su interior hay una pequeña capilla en forma de cubo, que exteriormente sólo se reconoce por dos grandes semicolumnas adosadas a la derecha de una sencilla portada.
El poblamiento primitivo de Sádaba asentó alrededor del castillo, para desplazarse en el siglo XV a la otra orilla del río Riguel.
Tras las invasiones bárbaras y la conquista musulmana, Sádaba, punto fronterizo entre cristianos y musulmanes, se integra plenamente al reino cristiano con la reconquista definitiva que Alfonso I El Batallador lleva a cabo en toda la Comarca de las Cinco Villas en torno al año 1091.
En un documento de 1099 constan como señores de la villa D. García Garcés, caballero de D. Sancho Ramírez, rey de Aragón y de Navarra, y su esposa Blazquita, y en otro de 1158 se cita a un hijo del matrimonio, llamado Pedro, como señor de Sádaba. Es poco probable que se tratase de un señorío hereditario, puesto que en el s. XII eran ocupados por designación real.
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