En su época fue la vivienda del infanzón y rico mercader Miguel Torrero. Construida hacia 1508, aunque desconocemos los nombres de los arquitectos que la erigieron. Es un edificio que entra dentro de la tradición gótica, pero con algunos elementos novedosos del renacimiento.
El antiguo palacio ocupa un espacio irregular, ya que en el momento de su construcción no existía plaza, sino que había un entramado de callejas y edificios. Se erigió en la entonces llamada calle de San Voto de los Torreros. Años posteriores se derribaron las casas que estaban adosadas al palacio, trayendo consigo la apertura de dos plazas, la de Santa Cruz, en la parte posterior; y la de san Voto, casi en plaza Ariño, donde se abre la portada principal.
En el interior encontramos un detalle curioso, ya que el patio tiene tres niveles, no dos como era habitual en esos momentos en los patios aragoneses.
En la parte inferior columnas toscanas anilladas, tan típicas en el renacimiento aragonés. Desgraciadamente éstas están ocultas tras las estructuras de hormigón colocadas en las reformas de 1946, para reforzar la estructura del edificio.
Por encima de esta primera estructura se alza una preciosa galería de arcos mixtilíneos. El interior está totalmente acondicionado al colegio de arquitectos.
Sobre esta galería de arcos mixtilíneos se alza una galería de arcos conopiales.
La galería de arcos conopiales del tercer piso, enmarcados con decoración de yeso con columinillas en las jambas sobre las que se elevan los mencionados arcos conopiales, en cuyas enjutas observamos arquillos apuntados.
Sobre este tercer piso, la preciosa techumbre con jacenas molduradas.
Lucernario del patio interior.
Esta casa fue construída para Miguel Torrero, infanzón y próspero mercader, muerto en 1518, perteneciente a una acomodada familia que poseía diversas propiedades en la zona, llamándose la calle San Voto de los Torreros. Se sabe que la casa está terminada antes de 1508, desconociéndose quiénes fueron sus artífices. Adquirido recientemente por el COAAR para establecer en ella su sede, ha sido restaurada conservándose las partes más significativas de la casa original, esto es: la fachada,
la luna o patio interior, el núcleo principal de la vivienda formado por la sala y sus dos cámaras, y el cillero.
Ocupa la casa un solar irregular, y estuvo edificada originalmente entre medianerías, recayendo la fachada principal a una estrecha e irregular calle, lo cual explica el quiebro que hace en su trazado (no existían ni la plaza de Ariño, ni la de Santa Cruz, siendo la fachada que da a ésta obra realizada por las Monjas de la Consolación en 1945-1946 en su acondicionamiento del edificio para Colegio, obras hechas por
Regino Borobio). La fachada es de ladrillo caravista, fruto de la restauración reciente, pero en origen debía estar encalada o jaharrada, hecho muy frecuente en estas fechas tan tempranas del siglo XVI. Como elementos originales conserva la portada
o portalada de ingreso en arco de medio punto con jambas de piedra y vanos enrejados en la planta baja, modificados lo mismo que los de la planta noble, fruto de reformas decimonónicas. El mirador no tiene un tratamiento unitario en la fachada, sino al contrario se diferencia cada uno de sus tramos. En la parte retranqueada y quiebro se abren estrechos y altos vanos de medio punto, mientras que en la parte saliente son de mayor luz y adintelados, con aplicaciones de yeso en los ángulos que le dan apariencia de arco. El alero de gran vuelo es de canes o cabezales lobulados que soportan las zapatas que prolongan el vuelo de aquél. En el interior, y tras el zaguán, se sitúa el patio o luna, en este caso de tres pisos. Contrastan en él estilísticamente las columnas toscanas anilladas que soportan la estructura adintelada de la planta baja (ocultas por las necesidades de reforzar la estructura surgida en las obras de 1946), con la delicada galería de columnillas fasciculadas y arcos mixtilíneos de la planta noble y los arcos conopiales del piso superior. Se plasmaba así la transición estilística del momento. Lo que fue el conjunto de la sala y sus dos cámaras, es hoy un espacio único más reducido al prescindirse en la reforma de 1946 de la cámara lateral hacia la plaza de Santa Cruz. Cubre todo este ámbito una techumbre de jácenas molduradas, cuyas calles están divididas en pequeños artesones destacándose la viga que indica el lugar en que estuvo el tabique de la otra cámara lateral. En los sótanos, los cilleros o bodegas conservan la estructura original de arcos y pilares característicos. La casa es similar a la que fuera de Gabriel Sánchez, el tesorero del Rey, pero más modesta, dentro de una composición artística de finales del gótico incorporando elementos del nuevo estilo.
BIBLIOGRAFÍA:
-GUILLERMO FATÁS (COORD). “Guía Histórico-Artística de Zaragoz”, Zaragoza, 1991.
-CARMEN GOMEZ URDÁÑEZ:” Arquitectura Civil en Zaragoza en el siglo XVI”, Tomo I. Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza, Zaragoza, 1987, pp. 157-161.
-JOSÉ LABORDA YNEVA: “Zaragoza. Guía de Arquitectura”, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón, Zaragoza, 1995.
VV.AA. “Casa de los Torrero. Sede Oficial de Arquitectos de Aragón. Monumento Histórico de carácter Nacional”, en Revista Aldaba, nº 2, Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, Zaragoza, 1982, pp. 39-49.
Ficha ayuntamiento: http://www.zaragoza.es/pgou/edih/sanvoto007.pdf
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